En Piececitos, zapatería infantil en Vilagarcía de Arousa, hacemos constante hincapié en la importancia de elegir calzado adecuado para los más pequeños de la casa, ya que de lo contrario, puede afectar negativamente al desarrollo de sus pies. A continuación te contamos todo lo que necesitas saber al respecto.
¿Cómo afecta el calzado al desarrollo de los pies?
El pie del niño está en constante evolución hasta los 18 años aproximadamente. Durante este tiempo, los huesos, los músculos y los tendones del pie se están formando y madurando. Por ello, deben usar calzado óptimo con el fin de:
- Proporcionar apoyo y protección. Unos zapatos adecuados proporcionan apoyo y protección a los pies del niño, lo que les ayuda a desarrollarse de forma saludable.
- Permitir el movimiento libre. El calzado también debe permitir el movimiento libre de los dedos de los pies para el desarrollo correcto de los músculos y los tendones. Los zapatos demasiado ajustados o rígidos pueden restringir el movimiento de los dedos, lo que puede derivar en problemas como dolor agudo, o deformidades como pies planos, dedos en garra o dedos martillo.
- Prevenir lesiones. Por ejemplo, unos zapatos con suelas gruesas y de buena amortiguación protegen los pies de los golpes y las caídas, tan típicas a tempranas edades.
Consejos para elegir calzado óptimo para niños
A la hora de escoger el mejor calzado infantil, es importante tener en cuenta los siguientes factores:
- El tamaño. El calzado debe tener un tamaño que encaje perfectamente con el pie del niño, ni demasiado grande ni demasiado pequeño. Los dedos de los pies deben tener espacio suficiente para moverse.
- La flexibilidad. La suela ha de ser flexible para permitir el movimiento libre de los pies.
El material. El calzado debe estar hecho de materiales transpirables para evitar la sudoración y la aparición de infecciones.
- El cierre. El cierre del calzado tiene que ser fácil de abrir y cerrar para que el niño pueda ponérselo y quitárselo por sí mismo.
¿Cuándo deben llevar zapatos los niños?
Los zapatos ayudan a proteger los pies de los niños de las inclemencias del tiempo, los objetos punzantes y las superficies duras. Sin embargo, también pueden restringir el movimiento natural del pie y dificultar su desarrollo. Por ello, si bien es cierto que no existe una edad exacta, lo recomendable es que los niños comiencen a usar zapatos a partir de que hayan dado sus primeros pasos, que suele ocurrir entre los 12 y los 18 meses de edad. Antes de esta edad, los zapatos no son necesarios y, de hecho, pueden ser perjudiciales para el desarrollo del pie.
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